Prácticamente todos los que de una forma u otra formamos parte del sistema financiero, nos hemos visto en la necesidad o posibilidad de obtener un préstamo personal.
Una de las herramientas más efectivas, ya sea que necesites salir de un imprevisto o que quieras realizar algún tipo de inversión, son los préstamos personales. Pero ¿realmente te convienen? ¿Cuál es la diferencia entre esperar un poco más a ahorrar o adquirir una nueva deuda que el futuro pueda afectarte financieramente?
El día de hoy te vamos a hablar de sus características principales de los préstamos personales y de las diferentes opciones que existen.
Lo mejor, las ventajas y desventajas de solicitarlos.
¿Qué es un préstamo personal?
Un préstamo personal es un tipo de contrato o producto bancario que adquiere un usuario con el objetivo de obtener liquidez inmediata. El usuario lo solicita a una entidad de crédito o prestamista a cambio de que se comprometa a devolver el monto más los intereses que correspondan.
El usuario se puede comprometer a pagar en pagos periódicos o cuotas. ¿Por qué son personales? Son personales porque estos préstamos no cuentan generalmente con una garantía especial para el recobro, en cambio, cuentan con una garantía genérica como bienes del usuario deudor.
Existen 3 elementos que forman un préstamo: plazo, interés y capital.
- Plazo: periodo de tiempo que tiene el usuario para pagar el préstamo personal más los intereses
- Interés: precio que el usuario tiene que pagar por disponer del capital
- Capital: Monto o cantidad de dinero que se solicita la institución bancaria o entidad de crédito
¿Qué tipos hay?
Existen diferentes tipos de préstamos personales pero podemos englobar en dos grandes categorías:
- Préstamos hipotecarios
- Préstamos personales
Los préstamos hipotecarios, que como su nombre lo dice, están destinados para la compra de un bien inmueble. La diferencia más grande entre los hipotecarios y personales es el monto, normalmente implican una mayor cantidad de dinero y necesitan muchas veces como garantía el bien inmueble que se adquirirá.
En caso de que el deudor o usuario no pueda finiquitar los pagos, la institución financiera podrá vender el inmueble hipotecado para liquidar la deuda. O en algunos casos, volverse dueño de la vivienda.
Los préstamos personales se destinan para financiar alguna necesidad específica del usuario. Los más comunes son los préstamos rápidos, de consumo y de estudios. Dependerá del trato que se haga con el banco pero podrían requerir de un aval que pueda garantizar el cumplimiento de las obligaciones adquiridas.
Los préstamos personales se han vuelto una respuesta a una necesidad actual de muchos usuarios. Puede ser para pagar escuelas, viajes, tener liquidez inmediata y en muchas ocasiones para pagar deudas o liquidar un saldo pendiente con las tarjetas de crédito.
Pero antes de hablar de los pagos de las TDCs y préstamos personales, ¿cuál es la diferencia entre un préstamo personal o crédito personal?
¿En qué se diferencia de un crédito personal?
Los créditos personales son líneas de crédito simple que los bancos ofrecen a sus clientes y que, aunque no tienen un destino definido, generalmente se utilizan para la adquisición de activos para salir de algún imprevisto o incluso para liquidar otros créditos.
Generalmente, las instituciones bancarias otorgan este tipo de créditos a personas que ya cuentan con historial con ellos, ya sea a través de una cuenta de nómina o alguna cuenta de cheques o inversión.
Esto les permite tener la certeza de que existen recursos para liquidar el crédito y que se encuentran a disposición de la institución.
En la actualidad su contratación es muy sencilla, incluso puede que en alguna ocasión hayas recibido una invitación a un préstamo personal a través de cajeros automáticos, correo electrónico o incluso mensajes de texto.
Generalmente estos créditos ya se encuentran preautorizados y basta con un par de clics para que el dinero se deposite directamente en tu cuenta.
En cuanto a los pagos, los créditos personales generalmente aceptan pagos anticipados o incluso totales sin penalización lo que te puede permitir disminuir el monto de tus pagos mensuales o el plazo. Pero, eso sí, los créditos personales no son revolventes: es decir, que cuando los pagas no te vuelven a dar el cupo automáticamente; si quieres más dinero deberás pedir un crédito nuevo.
Tarjeta de Crédito vs Préstamo Personal
Imagina una tarjeta de crédito donde solamente pudieras utilizar la línea de crédito una sola vez, no tiene mucho sentido ¿verdad? En cambio, en los créditos personales se dispone el monto del crédito generalmente a través de un depósito que realiza el banco a tu cuenta bancaria, y lo que pase después con ese dinero ya no es asunto de ellos.
La segunda diferencia es en los pagos. En el caso del préstamo personal, al tratarse de una sola disposición de dinero a pagar en un plazo establecido y pactado desde el inicio, es muy sencillo establecer una tabla de amortizaciones del crédito, lo que generalmente nos da la posibilidad de saber de cuánto serán nuestros pagos durante toda la vida del crédito.
Lo anterior certidumbre y la posibilidad de realizar una planeación detallada de nuestros gastos mensuales. En el caso de las tarjetas de crédito puedes realizar pagos totales del saldo o cuando menos pagos mínimos, que son calculados en base al capital adeudado más los intereses del periodo.
En tercer lugar, encontramos el costo; sin lugar a duda, los créditos personales son más económicos que las tarjetas de crédito, esto por un lado se debe al factor de la revolvencia de la tarjeta, que por sí misma conlleva un mayor riesgo, y por otro a que las tarjetas de crédito no están necesariamente vinculadas a ninguna cuenta que permita su cobro.
¿Para qué necesitas el préstamo personal?
Ambos tipos de crédito tienen sus pros y contras y dependerá mucho de lo que busques, en el caso de las tarjetas de crédito generalmente puede ser uno de los primeros productos crediticios que nos ofrezca el banco y si lo sabemos utilizar puede incluso ayudarnos a obtener un buen historial crediticio.
Recuerda que hay distintos tipos y con diferentes condiciones, por lo que es importante que compares entre instituciones y tipos de tarjetas. Las tarjetas de crédito también incluyen una serie de beneficios adicionales como pueden ser beneficios en viajes, compras, etc.
Por su lado, los préstamos personales te ofrecen mejores tasas conforme tu comportamiento como cliente, es decir si cuentas con varios productos de la institución o incluso si tienes cantidades importantes en el banco, es muy probable que te ofrezcan tasas y condiciones muy atractivas. Estos créditos generalmente incluyen algunos seguros como puede ser el de desempleo, invalidez o vida, pero fuera de eso no te brindarán mayores beneficios adicionales.
Ten en cuenta que en ambos casos se trata de compromisos de pago que adquieres y es muy importante que seas cuidadoso y responsable con su uso.
En el caso de los préstamos personales, te recomiendo utilizarlos únicamente si tienes un destino bien definido o estás en una situación en la que financieramente haga sentido contraer esta deuda. En cuanto a las tarjetas, es cierto que es positivo contar con al menos una de ellas, incluso si solo quisieras hacer uso de promociones como pueden ser meses sin intereses.
Pago de TDC con un préstamo personal ¿conviene?
Es por este punto que en muchas ocasiones hay personas que, al verse envueltas en cuantiosas deudas de tarjetas de crédito, optan por solicitar un préstamo personal para liquidar la tarjeta y posteriormente realizar el pago del préstamo bajo un esquema de pagos fijos y con una tasa que puede ser considerablemente menor. De paso se quitan la tentación de utilizar la tarjeta de crédito.
Esta es una herramienta especialmente útil en casos en que únicamente estás en posibilidad de realizar pagos mínimos y puede ser una estrategia viable cuando nos encontramos pasando por algún bache financiero.
Recuerda que, tanto en el caso de las tarjetas de crédito como de los préstamos personales, las instituciones financieras requieren que cuentes con un buen historial crediticio para poder otorgarlos. Por lo que es importante no descuidar tus pagos para que siempre puedas tener esa “velita prendida” que te permita tener la posibilidad de acceder a ellos.
Es importante que en el caso de los préstamos personales seas cuidadoso también con el destino del monto, todos sabemos que a veces es muy fácil que el dinero en efectivo se vaya de nuestras manos sin apenas darnos cuenta de en q qué lo gastamos, por lo que te recomendamos que antes de disponer de un crédito de este tipo, tengas bien definido para que lo quieres usar y valores si es realmente importante.
Si llegaras a pagar tu TDC con el dinero de un préstamo personal, sólo estarías alargando los pagos y tus adeudos.
Para evitar las situaciones previamente explicadas, una alternativa que tienes para el pago de tus TDCs es Yubox. Con Yubox puedes utilizar tu misma línea de crédito para diferir un saldo que no puedas cubrir en un mes complicado. De esta manera no te comprometes con un segundo crédito, ni sobrepasas la capacidad crediticia que tu banco ya había considerado según tu perfil.
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